lunes, 26 de marzo de 2012

Fundamentación. ¿Por qué?

Más de 20 años de implementación de políticas neoliberales en la región provocaron la
generación y el aumento alarmante de excluidos del sistema. Sin embargo, los excluidos y empobrecidos han buscado otras formas de sustento, trabajando de manera autónoma y contando
con el apoyo de una variedad de organizaciones sociales.
Es así que surgen experiencias de diferente tipo en lo que se ha dado en llamar la economía solidaria, del trabajo o popular.
Una de las experiencias más importantes y difundidas es la del Banco Grameen, también conocida como el Banco de los Pobres, fundado y sostenido por el economista Muhammad
Yunus. Esta experiencia ha alcanzado extensión y resultados insospechados, llegando en la actualidad a estar presente en más de 60 países de todo el mundo y logrando impactar en el mejoramiento de la calidad de vida de millones de excluidos, siendo su fundador galardonado con el
Premio Nobel de la Paz en el año 2006.
La metodología referenciada en el Banco Grameen (Banco de los Pobres) fue transformada en el
país, desde las prácticas concretas, con una identidad y un sello propios.
El Banco Popular de la Buena Fe (BPBF) es una propuesta de la Comisión Nacional de
Microcrédito del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y fue puesto en marcha para
promover la mejora de la calidad de vida de los sectores más vulnerables, de forma progresiva y
con total protagonismo de los mismos.
A nivel nacional, a partir del 2003, con el presidente Néstor Kirchner, el país comienza a
resurgir y se generan las condiciones para que la práctica política recupere su sentido de servicio
y de representación de los genuinos intereses del pueblo, tarea que profundiza nuestra actual
presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En agosto de 2004, el BPBF se integra como línea del Plan Nacional de Desarrollo Local y Ecomicrocrédito.
Por otra parte, el interés por el microcrédito ha sido reconocido por la Organización de
Naciones Unidas, que proclamó al año 2005 como Año Internacional del Microcrédito.
Asimismo, en la Argentina, en el año 2006 y por iniciativa de la ministra de Desarrollo
Social, Alicia Kirchner –por entonces senadora nacional- se aprueba la Ley 26.117 de “Promoción
del microcrédito para el desarrollo de la economía social” abriéndose un nuevo escenario de
posibilidades para el desarrollo y crecimiento del microcrédito como nuevo eje de las políticas sociales. La presencia activa del Estado nacional, le ha dado una fuerte direccionalidad política en el
con la experiencia original.
En nuestro país, la primera experiencia como política pública fue el Banco del Pueblo que la Organización No Gubernamental Barrios del Plata se encargó de llevar adelante hacia fines del año 2000 en la
ciudad de La Plata.
la acción, desde una concepción que conjuga Microcrédito, Educación Popular y Economía (10
Social como pilares de la construcción de una Patria para Todos.
Desde el BPBF entendemos el microcrédito como una herramienta más de la economía
social, para generar equidad y distribución de la riqueza. El dinero que se presta y se devuelve
está al servicio del mejoramiento de la calidad de vida y el desarrollo local armonioso. Las actividades impulsadas tienen que ver con la producción colectiva y la reproducción, integrándose lo
social, lo económico y lo político.
Esta propuesta, como política de Estado se incorpora al vasto mundo de las estrategias que los
sectores populares se dan para construir nuevas alternativas de vida.
El Banco ha crecido sostenidamente tanto en el desarrollo del microcrédito como en el involucramiento y fortalecimiento institucional de las organizaciones que conforman su red de trabajo.
En el año 2010 ya hay más de 800 organizaciones en 21 provincias y en la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, con más de 60.000 créditos otorgados. A lo largo de estos años, se ha ido afianzando la noción, práctica y construcción de la Red Nacional del Banco Popular de la Buena Fe y